Arte colonial Mexicano
En el siglo XVI en la Nueva España floreció el arte europeo. En México, la época colonial comprende desde el descubrimiento del continente americano en 1542, cuando España tenía el control absoluto de la ahora República Mexicana, hasta la Independencia de México, a principios del siglo XIX. Las obras de la Nueva España se pueden resumir en tres periodos, por lo que se crearon según sus medidas.
El arte medieval- renacentista, que combina formas arcaicas, románticas y góticas con las clásicas del Renacimiento , pues resultaron obras importantes y originales, así como el arte y la técnica indígena que en conjunto se distinguió de los europeos contemporáneos .
El arte barroco, abarca desde las formas vigorosas hasta la severidad clásica, y llega hasta las complicaciones ultra barrocas, en las que se incluyen las formas churriguerescas. En este arte aparecen ya formas mestizas “mexicanismos”.
El arte neoclásico, surge en un corto periodo, con obras de gran importancia que expresan con grandeza las modernas corrientes del gusto y del pensamiento y que dieron a la pauta al futuro de México independiente.
El arte indígena y el novohispano enriqueciendo al arte mexicano.
Arquitectura y escultura del siglo XVI
La arquitectura recibió un gran impacto con las nuevas tendencias que se presentaban.
Los primeros monumentos construidos fueron los monasterios o conventos de los religiosos con sus iglesias monumentales.
La arquitectura mexicana de esa época se enfoca principalmente en edificios religiosos católicos, debido a la necesidad de los españoles de evangelizar la llamada Nueva España. Y para lograrlo destruyeron numerosos templos prehispánicos con lo que pretendían erradicar las costumbres religiosas politeístas de los nativos, las cuales se basaban en Dioses simbolizados en elementos naturales, a los cuales rendían culto.
La arquitectura mexicana de esa época se enfoca principalmente en edificios religiosos católicos, debido a la necesidad de los españoles de evangelizar la llamada Nueva España. Y para lograrlo destruyeron numerosos templos prehispánicos con lo que pretendían erradicar las costumbres religiosas politeístas de los nativos, las cuales se basaban en Dioses simbolizados en elementos naturales, a los cuales rendían culto.
La casa colonial típica se dio en las ciudades y tenía mucha similitud con las casas del México prehispánico. Estas casas se construían hacia adentro, por lo general de dos pisos, fachadas simples y rodeadas por jardines amurallados. Las habitaciones se hacían alrededor de un patio interior, frecuentemente rodeado por columnatas y por lo general se acostumbraba una chimenea de piedra en la estancia familiar.
Los materiales más utilizados eran madera, piedra, ladrillo en el interior así como en el exterior. Los muros se acostumbraba hacerlos gruesos y pesados.
En el siglo XVI los Franciscanos construyeron más de 40 conventos, austeros y sencillos en su decoración.
El estilo Plateresco en la Nueva España se distingue por los relieves escultóricos de las fachadas de las iglesias y conventos.
El estilo herreriano, se desarrolló menos que el plateresco y surgio en la segunda mitad del siglo XVI.
Entre los murales de ese tiempo, notables, tenemos el de la iglesia del convento de Ixmiquilpan, estado de Hidalgo, escena que se inspiró en mitos del Renacimiento. También llama la atención el mural titulado “El triunfo de la fe y el rechazo de la idolatría” en la capilla abierta de Actopan,
Pintores formados académicamente en Europa comenzaron a llegar al México colonial quienes, además de su obras aquí realizadas, ayudaron a formar a quienes serían los posteriores pintores mexicanos de la época.
El primer pintor profesional llegó de Andalucía en 1538, fue Cristóbal de Quesada. En 1548 llegó de España el pintor Juan de Illescas, autor del retablo mayor de la antigua catedral de Puebla. El flamenco Martín de Voz pintó el magnífico cuadro “San Juan escribiendo el Apocalipsis” que hoy día se puede apreciar en el Museo Nacional del Virreinato.
En 1567 llega de Sevilla Andrés de la Concha.Tambien Andrés de la Concha incorporó a la pintura novohispana gran sensibilidad colorista y elevado sentido de la elegancia. Lo cual podemos apreciar en su cuadro “Santa Cecilia” en la Pinacoteca Virreinal.
En 1640 llegó a México el pintor Sebastián López de Arteaga, y con él se da inicio al muy particular estilo barroco mexicano. Es así que el barroco colonial mexicano se desarrolló a partir de la segunda mitad del siglo XVII.
Otros notables pintores de ese tiempo: Baltazar de Echave Rioja, “Entierro de Cristo” (Pinacoteca Virreinal); Pedro Ramírez, “Flagelación” (Museo Regional de Guadalajara); Juan Correa, “La expulsión del Paraíso” (Museo Nacional del Virreinato).
José Juárez es el primer artista plástico nacido en México. “Considerado como el máximo exponente de su época; para muchos el pintor mexicano, escaló las cimas más altas en todo el periodo virreinal.”
Pintura
Otros sitios en que podemos admirar ese arte plástico son los museos como el Nacional del Virreinato, la Pinacoteca Virreinal o el Museo de la Catedral de Chihuahua (ubicado en el sótano de este templo). Por lo aquí dicho, vemos que la pintura novohispana fue fundamentalmente religiosa.
En los
primeros tiempos de establecido el Virreinato, se gestó una especie de pintura
ejecutada en murales de conventos y templos, por personas sin la formación
académica de los pintores europeos, pero que resulta de una serie de
características dignas de tomarse en cuenta.
Entre los murales de ese tiempo, notables, tenemos el de la iglesia del convento de Ixmiquilpan, estado de Hidalgo, escena que se inspiró en mitos del Renacimiento. También llama la atención el mural titulado “El triunfo de la fe y el rechazo de la idolatría” en la capilla abierta de Actopan,
Pintores formados académicamente en Europa comenzaron a llegar al México colonial quienes, además de su obras aquí realizadas, ayudaron a formar a quienes serían los posteriores pintores mexicanos de la época.
El primer pintor profesional llegó de Andalucía en 1538, fue Cristóbal de Quesada. En 1548 llegó de España el pintor Juan de Illescas, autor del retablo mayor de la antigua catedral de Puebla. El flamenco Martín de Voz pintó el magnífico cuadro “San Juan escribiendo el Apocalipsis” que hoy día se puede apreciar en el Museo Nacional del Virreinato.
En 1567 llega de Sevilla Andrés de la Concha.Tambien Andrés de la Concha incorporó a la pintura novohispana gran sensibilidad colorista y elevado sentido de la elegancia. Lo cual podemos apreciar en su cuadro “Santa Cecilia” en la Pinacoteca Virreinal.
En 1640 llegó a México el pintor Sebastián López de Arteaga, y con él se da inicio al muy particular estilo barroco mexicano. Es así que el barroco colonial mexicano se desarrolló a partir de la segunda mitad del siglo XVII.
Otros notables pintores de ese tiempo: Baltazar de Echave Rioja, “Entierro de Cristo” (Pinacoteca Virreinal); Pedro Ramírez, “Flagelación” (Museo Regional de Guadalajara); Juan Correa, “La expulsión del Paraíso” (Museo Nacional del Virreinato).
José Juárez es el primer artista plástico nacido en México. “Considerado como el máximo exponente de su época; para muchos el pintor mexicano, escaló las cimas más altas en todo el periodo virreinal.”
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